Todos, sin excepción, del Presidente de la República, hasta el regidor del Ayuntamiento más alejado en la civilización nacional, el director o jefe de departamento en cargos de la administraciòn pùblica federal, estatal y municipal, “usan” al causante contra sus enemigos, — reales o imaginados, — de mil y una maneras para demostrar poder, sin importar partido, sexo, edad, tendencia, preferencias personales o comisión, el punto: que los de “abajo”, sepan a quien obedecer… Lo único que les interesa es que paguen sus impuestos y voten por ellos… En la era de la globalización, los Jefes de Estado, gobernadores , legisladores o alcaldes, en lugar de pelear cara a cara,— con o sin guantes, por su pueblo o sus convicciones, — se mandan mensajes por conducto del “pajarito azul”, como comadres con las amigas y “nombran” representantes para que atiendan torales asuntos sociales, no económicos, porque esos los atienden las corporaciones financieras internacionales y los capitalistas que los llevaron a la cima del poder… Convirtieron al ciudadano, en “utilitario electoral”, para los comicios… A los votantes, los usan o compran, — según se acomoden, — para que vote por ellos, ofreciendo la luna, las perlas de virgen o meter a la cárcel a los saqueadores, — el problema no es que mientan, el problema es que se cree que lo van a hacer, — de los tesoros nacionales… Desgaciadamente para todos… Los mexicanos de hoy, no se parecen a los de antaño, han tomado tan en serio su papel de generación para un cambio, que los manipuladores, en contra del actual régimen, tiene problemas de control de masas para lograr sus negativos fines, y los “heraldos” del porvenir, tienen que echar mano de la ciencia moderna para exponer los logros federales… Indefenso, el ciudadano, — núcleo del pueblo, — no halla la puerta… Mientras unos “atacan”, otros “encueran”; cuando unos critican, otros reclaman el oportunismo y así va subiendo de “tono” la grotesca división social “políticamente humana”, auspiciada por los enemigos de los actuales titulares del poder y los defensores de las acciones desde el poder, — con los ciudadanos enmedio de las trifulcas, las rencillas y las acusaciones mutuas, como el queso de quesadilla, sin que importe a los rijosos— que hace más difícil la acción de los “patrocinadores” a los agoreros del derrumbe nacional y entorpece las medidas que se estàn aplicando, para la “regeneración institucional” de una Patria lastimada, por la avaricia de los responsables de delitos de lesa sociedad, impunes por la “bondad” de los legisladores, — federales y locales, — que hicieron leyes para complacer a los “gobiernos”, que se dedicaron al latrocinio, en su propio provecho… Un “norte”: ya se dieron cuenta del “simil”, entre las siglas del “nuevo” PRI mexiquense y las de Redes Sociales Progresistas?… Lo criminal del asunto, estriba en que con sus travesuras, filias y fobias, muy interesadas, personales por cierto — han radicalizado las posiciones de los mexicanos a groseros y extremosos desacuerdos, hasta con compadres, que enrarecen el clima doméstico y repercute en el ámbito comunitario— y han propiciado que ambas bandas, que no bandos; instalen cortinas informativas al respetable, para desviar la atención en asuntos de interes nacional, como el “despido” de miles y miles de “burocrátas” que ganaban hasta 300 mil pesos como “directores adjuntos” por no hacer nada, o el tortuoso descubrimiento de la “farmafia”, en el sector salud, — al ISSSTE, le deben Estados y municipios, a decir del dirigente sindical del Instituto, casi 50 mil millones, de las cuotas que les descuentan a los trabajadores, — a ello, habrá que agregar las elevadas pensiones que el sector federal paga a todos los exfuncionarios que se la autoasignaron… Reiteramos: a la “clase política” no le importamos como ciudadanos… En ésta generalizada “subestimación ciudadana”, desde el poder, hacia los mexicanos, sin importar, partido, personaje o ideologìa social; fincan su sexenal o trienal poder; empero, estamos en una época donde — las toallas de doña Martha, fueron noticia, — lo banal se hace viral y la memegrafia, en las redes y las caricaturas en los medios impresos, son un festín al gourmet informado, tiene a toda la clase política nacional al borde del asiento, por temor al público balcòn… Continuará…
