Doña Silvia Pinal y Doña Olga Sánchez Cordero están hoy vacunadas
contra el virus mortal que, en México, suma 192,488 muertes y 2
millones 144 mil 558 contagios.
Al parecer, ambas damas se brincaron las trancas.
Una por edad; otra, por influencias.
La actriz, empresaria y ex legisladora mexicana hizo lo que Julio
Cesar (Veni, vidi, vici); es decir, este miércoles se vacunó, sin
formarse siquiera, en el módulo instalado en el municipio de
Tlalmanalco, Estado de México.
Es sabido que “La Pinal” no radica en aquella localidad, ni tiene
familiares, pero sí amigos.
Doña Silvia tuvo éxito en aquel asunto: vine, vi, vencí.
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, de 73 años,
recibió este miércoles la primera dosis en la Alcaldía Miguel Hidalgo.
En redes se dice que, por apellido, y no por el cargo que desempeña,
debió vacunarse mañana viernes (además de encargada de la política
interior en nuestro país, es ministra, en retiro, de la Suprema Corte
y, senadora con licencia al Congreso de la Unión).
Doña Silvia llegó en silla de ruedas
Doña Olga cambió sorpresivamente sus gotas de nano moléculas por una
vacuna china. Seguramente el blindaje que le proporcionaban no le
funcionó.
Según se sabe, en Nuevo León, la priista Clara Luz Flores, candidata
de morena a gobernadora, incurrió en el mismo ilícito.
Caso contrario es el de la conductora de televisión Talina Fernández
quien, en el Campo Militar Marte, se ajustó, en todo momento, a lo que
dicta la norma.
Deje le cuento que, a quien se le vio en calles de la colonia Condesa,
muy cerca del bosque de Chapultepec en la CDMX, por cierto, acompañado
de su prometida, es al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell,
quien luego de 20 días aislado, sigue siendo portador de SARS-CoV-2
“Estoy recuperado, pero sigo siendo positivo”
El uso mafioso de la vacuna antivirus ha sido denunciado infinidad de veces.
De cara a los comicios de junio próximo, hace unas horas el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitió una
resolución contra el partido morena por supuesto uso político de las
vacunas.
Como dijera aquel: o todos coludos, o todos rabones.
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