Más que tomar un curso intensivo de derechos humanos, el comisionado
del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, debería
presentar su renuncia al cargo, por hostil, xenófobo y penitente.
Mire que el encargado del programa migratorio en nuestro país ofreció
repatriar a todos los indocumentados “aunque vengan de Marte”.
A Marte lo debería mandar su jefe y amigo, el presidente Andrés Manuel
López Obrador.
A nadie importa su “disculpa” publica, que más parece el plan de
ventas de una cremería.
Cito:
“Reconozco que estas expresiones no fueron las adecuadas, mi interés
no es promover discursos racistas y xenofóbicos”.
El eje del cuestionado discurso es que con la repatriación de 311
ciudadanos de India “se envía un aviso para toda la migración
transcontinental, de que así sean de Marte, ¡los vamos a mandar hasta
la India, hasta Camerún, hasta el África!”.
Únicamente a Francisco Garduño se le ocurre agredir a la población
migrante y a solicitantes de asilo en la forma en que lo hizo la
semana anterior.
A ver si el presidente le cree eso de que “no volverá a repetirse”, ni
contra “los humanos de la raza negra”, ni contra los marcianos que el
comisionado avizora.
Dicen que, muerto el perro, acabó la rabia: el comisionado se
comprometió a diseñar una “guía para prevenir y evitar prácticas de
perfilamiento racial”.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación analiza las quejas
presentadas contra Garduño.
La organización Sin Fronteras, también solicitó que el comisionado sea
sancionado “como lo dicta la Ley».
Al comisionado Garduño le vendrían muy bien unas clasecitas de
relaciones humanas para quitarle, por lo menos, lo xenófobo; lo demás,
quien sabe.
Hoy lunes se realizará la reunión México-EU sobre control de armas y
explosivos en la cual, seguramente, el canciller Marcelo Ebrard pedirá
a los vecinos del norte tomar en cuenta la propuesta de México para
abatir el tráfico ilícito de armas.
A menos, claro, que sean marcianos quienes revisen la línea
fronteriza, o del supremacista Ku Klux Klan, de reciente aparición en
Monterrey, Nuevo León.