Ecatepec, Méx.- la designación de Alfonso Ramírez Cuellar como dirigente temporal del CEN de Morena viene a profundizar el problema interno debido a que se realizó sin un consenso general y viene a ratificar la incapacidad partidista para resolver interna y democráticamente su vida institucional, señaló José Luis Gutiérrez Cureño, destacado político mexiquense y ex alcalde de Ecatepec.
Alfonso Ramíerez sería un gran dirigente, si fuera designado por consenso de las partes. Haber sido designado por una de las partes lo inhabilita como interlocutor y coloca en una posición difícil de asumir, él de buena fé, acepta la designación por parte del grupo que apoya a BERTHA LUJAN. Sin embargo, sin consenso sigue sin resolverse la cuestión de la renovación del Partido.
La designación efectuada por 1,300 de 3,000 congresistas nacionales implica el escollo de impugnaciones que seguramente presentará el grupo de la Presidenta en funciones Yeidckol Polevnsky dijo, y será el Tribunal Electoral el que tomará la decisión sobre la validez del Congreso que designa a Alfonso, o mantener el reconocimiento de la Presidencia que ejerce Yeidckol.
Para el experimentado político, urge un diálogo público y directo entre YEIDCKOL Y LUJAN, y es imprescindible que en cada Estado y municipio se inicie el diálogo para la solución consensuada de la renovación de todas las dirigencias del partido y la inclusión en el padrón de todos los militantes.
La visión patrimonialista, que del Partido están ejerciendo las tribus en conflicto, es contraria al interés público que el partido debe preservar y contraria también a la función pública que el partido debe cumplir.
Ante la incapacidad de la cúpula de MORENA de resolver políticamente el conflicto, se deben efectuar asambleas refundacionales en donde los protagonistas del cambio verdadero identificados con el PARTIDO, dialoguen y logren loa consenso necesarios para nombrar representantes en los 2453 municipios del país, que sean capaces de elegir a los coordinadores distritales, estatales y nacionales.
Sin la participación de quienes votaron por MORENA, la crisis provocada por la lucha de poder entre las facciones, no tendrá solución.
Es momento de que las bases tomen el poder en MORENA, desde los municipios y sin facciones, pues Solo habrá estabilidad y paz en Morena, cuando las facciones hagan a un lado sus ambiciones de poder y se dediquen a poner el partido al servicio del pueblo, finalizó.
