Tal y como lo anunciamos, incluso antes de la convocatoria para elegir al nuevo titular del OSFEM, la mesa estaba preparada para la asunción de la higinista Miroslava Carrillo en un pacto político a modo entre las huestes de Morena y el gobierno estatal.
Si se hubiese realizado de acuerdo a las leyes vigentes hasta antes de la convocatoria, la diputada federal nunca habría logrado siquiera el registro, pero en lo que se presume como acuerdo a modo, coloquialmente llamado “en lo oscurito”, se tenía que tener a una candidata aceptada no solo por los diputados del GAP, sino por todas las fracciones, especialmente el PRI que sigue siendo la voz del ejecutivo estatal en la LX Legislatura.
Si alguien dudó que la férrea defensa de algunos morenistas ante la propuesta de reemplacamiento de vehículos en el Estado de México, si alguien dudó el por qué se aprobó sin tanta observación la cuenta pública 2018; si alguien dudó que se autorizaría el que el gobernador endeudara a la entidad con otros 6 mil millones de pesos, etc, etc. Es como si alguien creyera que la fracción priista votaría contra la candidata que impulsaran los seguidores de Higinio Martínez Miranda.
Cuando se interrogaba el por qué solo se habían inscrito cuatro precandidatos, salieron otros 30 aspirantes quien sabe de dónde, conocidos solo en sus oficinas o casas, convirtieron al proceso en una romería dando una importancia a cada nuevo inscrito aún a sabiendas que su labor solo era de ayudantes para tratar de legitimar el ya enrarecido evento.
De manera muy conveniente, se filtró una lista de supuestos finalistas. Como no queriendo que la prensa se enterara que seis personalidades iban a luchar por ese preciado escaño, el discurso reiterativo era la negación a las versiones de dados cargados, información de consumo interno, pues la ciudadanía tiene mil problemas más importantes para preocuparse y no el revisar un proceso legal.
Los legisladores que osaron oponerse y que denunciaron el enrarecido ejercicio democrático fueron atacados y señalados desde los medios y desde sus mismas bancadas y las pocas publicaciones al respecto jamás llegaron a las síntesis informativas.
Ayer jueves, después de un proceso cargado de democracia y tras un periodo exhaustivo de análisis de candidatos los diputados del todas las fracciones votaron convencidísimos de que su elegida era la mejor, 74 votos a favor y uno en contra eligieron a Carrillo Martínez como la nueva auditora hasta diciembre de 2024.
Al término de la toma de protesta, la nueva titular del OSFEM y primera mujer en ocupar ese cargo, enfatizó que no habrá cacería de brujas y reconoció que ese órgano requiere reinventarse pues actualmente no se sanciona.
Personalmente guardo mis reservas en cuanto a la no cacería, reitero que en breve seis gobiernos municipales tendrán que conducirse con mucha cautela, a menos que logren negociar con el grupo dominante, el tiempo me dará la razón o la oportunidad de retractarme.