por GAMRRO
Las diferencias entre el gobierno municipal de Ecatepec de Morelos, que encabeza Fernando Vilchis Contreras y el Gobierno del Estado de México, dirigido por Alfredo del Mazo Maza, y que iniciaron hace un año, en junio del 2019, con la exigencia de 181 millones 696 mil pesos, correspondientes al Fondo Estatal de Fortalecimiento Municipal (Fefom), han subido de tono, tanto que el gobierno federal ha tenido que intervenir en por lo menos dos ocasiones.
El retraso en la entrega de dichos recursos fue la primera confrontación entre estos dos niveles de gobierno, y meses después el tema del agua potable y obras hidráulicas urgentes que exigió el gobierno local para las zonas más vulnerables de Ecatepec, además de la denuncia sobre la suspención en la dotación de varios millones de litros de agua potable al municipio más popular de América latina, en medio de la pandemia del Covid19.
Ahora, otra confrontación donde desafortunadamente puede haber daños colaterales, por la recompensa que ofreció el presidente municipal Fernando Vilchis, el pasado 7 de julio, para policías locales que detengan a sus similares estatales que supuestamente participaron en el allanamiento de morada y robo a una familia en Santa María Chiconautla; ¡No permitiré chingaderas en Ecatepec!, fue su advertencia.
Los 50 mil pesos de su sueldo, que ofreció el edil, puede despertar la ambición malsana de algunos elementos municipales, quienes, en el más tenebroso de los pensamientos, podrían presentar a inocentes como posibles responsables de estos ilícitos, agravando la ya de por sí desgastada relación entre estás corporaciones policiacas.
Algunos piensan que estas diferencias con la Secretaría de Seguridad se hicieron más grandes cuando las autoridades estatales determinaron suspender las reuniones de Seguridad que se realizaban diariamente en las instalaciones del C5 de Ecatepec, lo que, dicen, molestó tanto a Fernando Vilchis como al delegado regional del gobierno federal Luis Valdepeña Bastida.
El gobierno municipal anunció que en menos de una semana se detuvieron a seis policías estatales participando en actividades delictivas; y está mañana, comunicaron la detención de cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad, supuestamente robando en una bodega, pero tres de ellos fueron rescatados “con violencia”, precisa el comunicado, aunque un jefe de turno estatal fue detenido.
Respecto a este hecho la Secretaría de Seguridad del Estado de México fijó su postura y fue tajante al decir que reitera su política de cero tolerancia a la impunidad: “Si existen elementos constitutivos de delito por parte del o los elementos de la Policía Estatal, que se presenten ante la autoridad competente y sea ésta quien determine si hubo o no algún delito. En esta dependencia no se tolera bajo ninguna circunstancia actos de corrupción y se mantiene la política de cero tolerancia a los actos que se ubiquen fuera de la ley” destacó.
Detalló que en cuanto se tuvo conocimiento del caso en referencia, la Unidad de Asuntos Internos de esta dependencia inició una investigación para deslindar o fincar responsabilidad de los hechos siempre respetando la presunción de inocencia y el debido proceso.
También se dio a conocer que en los hechos, tres civiles al parecer cometían actividades ilícitas, e iban empujando una camioneta placas NFL5850, y al darse cuenta de la presencia de los policías estatales se introdujeron a la bodega en cuestión y escaparon por la parte trasera, siendo PERSEGUIDOS por los elementos de la SS, y fue cuando llegaron los policías municipales y comenzaron a cuestionar a los estatales, para después detenerlos acusándolos que ellos eran posibles responsables de actos delictivos.
El gobierno federal debe analizar su intervención nuevamente para concluir con las confrontaciones entre estos dos gobiernos y envitar daños colaterales que puedan perjudicar a gente inocente, desde simples ciudadanos, hasta policías que estén en los momentos y lugares equivocados, ya que para combatir la verdadera inseguridad se necesita cooperación, no división.
Además incrementa la percepción ciudadana negativa hacia las corporaciones policiacas, debido a que mucha gente no distingue si son municipales, estatales o federales los policías que la cuida o “la roba”, lo que pone mal parados a todos los guardianes del orden y tira por la borda el trabajo de las instituciones contra la delincuencia; ya que demostrado está: Haz 99 cosas bien, y nadie lo reconoce, pero agrega una mal y arderá Troya.
Por el bien de las mismas corporaciones ojalá que arreglen sus diferencias y que los asuntos de otras competencias no los alcancen para evitar mayores confrontaciones…
