Hace un año el gobierno quedaba en manos de mi paisano presidente y tuvo que comenzar a lidiar con los poderes fácticos del país para darle curso a sus políticas públicas y comenzar a tener las riendas de las decisiones básicas que todo ejecutivo toma para no ser sometido por los distintos grupos de interés que existen en una sociedad plural y democrática.
Había que contener a los seguidores radicales que pedían cabezas de toda la mafia en el poder, había que concertar acuerdos con los representantes de ésta y demás fuerzas vivas que no estaban dispuestas a perder sus privilegios y que lo expresaban a través de sus gobernantes afines, corifeos de los medios de comunicación, representantes empresariales, sindicales y sociales, a los que se le escapaban las prebendas que el régimen les daba.
Los medios de comunicación tradicionales, al servicio de los intereses de sus dueños, muchos de ellos no periodistas ni comunicólogos, sino familias de la plutocracia del país, acostumbradas a ser atendidas de primera mano, con privilegios y prebendas para evitar el golpeteo mediático, poco a poco fueron sometidos por las conferencias mañaneras, los medios públicos y las redes sociales desde donde el nuevo gobierno emprendió la difusión de sus actividades.
El desabasto de combustible como consecuencia de la corrupción en el sector que permitía el huachicoleo millonario de las gasolinas, fue un primer termómetro con la opinión pública y las noticias en los medios que destacaban la falta de estos energéticos en varias ciudades, las filas para obtenerlos y tratar de hacer ver como ineficaz las acciones del naciente gobierno y sus pipas.
Los reporteros de la fuente acostumbrados, los que ya habían estado antes en la misma, al trato de lujo, personalizado, privilegiado de cada uno con base en el medio que representan, no aceptaban estar en la bola de periodistas congregados en un salón, sin distingo de “clase” periodística, entre youtuber y blogueros que los estigmatizan como “chayoteros”, apoyados por el presidente.
Para nadie es un secreto que, en este país, los ejecutivos pagan a los medios por la difusión de sus actividades vendidas como noticias por la que reciben una iguala económica a cambio de hacerlos ver como alcaldes exitosos, gobernadores comprometidos o presidente de la república al servicio de la Patria.
Incluso a nivel federal y estatal, los grandes medios de comunicación de la Ciudad de México y de las capitales de los estados, en su caso, reciben seguridad social para sus trabajadores a cambio de difusión de las acciones del sector salud en información, convocatorias y desplegados del área.
Bueno sería que Zoé Robledo nos informara si todavía dan seguridad social a trabajadores de los medios de esa forma en este gobierno de la Cuarta Transformación, mediante este trueque o ya pagan las empresas por los servicios del IMSS como lo hacen todas las demás, de manera que los titulares que destacan al chiapaneco son porque se los ha ganado con su labor en el instituto
Un año después, los medios de comunicación tradicionales se han alineado a los dictados del gobierno guinda, al igual que los gobernadores de la Conago que al inicio recibían silbatinas en las giras del presidente, al que aplaudían, y el tabasqueño mediaba para evitar que el rechazo popular, a veces instigado por políticos contrarios al gobierno local y afines a la Cuarta Transformación, fuera menor y se aceptara que en un gobierno democrático hay que ser incluyentes y plurales en la actividad de gobernar.
Con las riendas del gobierno en las manos, tenía que ir doblegando a los intereses de los conservadores, de la prensa Fifí que los representa, calmar a sus seguidores, ser aceptado por la mafia en el poder, para que fueran compartiendo los nichos de la toma de decisión que los neoliberales les habían dado, dicho coloquialmente, meterlos al redil y poder comenzar la transformación que el país necesita para salir del hoyo.
60% MENOS 40% EQUITATIVO
El control de los medios se demostró con el debate de fin de periodo ordinario del Congreso federal, donde el gobierno propuso la reducción del 50% de las prerrogativas a los partidos políticos y que la otra mitad se siguiera entregando de manera proporcional a la votación obtenida por cada instituto en las últimas elecciones.
El movimiento gobernante liderado en San Lázaro por un egresado del ITAM, matriz del neoliberalismo y del sometimiento de sus alumnos a la inquisición académica de sus maestros que provocan suicidios, malo para negociar acuerdos y consensos, argumentaba que de esa manera le cumplirían a sus seguidores que se gastara menos en las elecciones y los partidos.
Pero ni sus aliados lo aceptaron, el PES, evangélicos en el poder, pidieron que se terminara con el financiamiento de los partidos políticos, reduciendo a cero las prerrogativas, pero al final como se lo hicieron saber otras bancadas, votarían en favor del gobierno.
El PT, otro de los aliados, propuso que no fuera el 50%, sino el 60% lo que se redujera en las prerrogativas a los partidos políticos y que el 40% restante se distribuyera de manera equitativa para que existiera piso parejo en los comicios como se hace en los países del primer mundo, donde todos los candidatos, no importa quien los impulse tienen los mismos derechos de difusión de sus actividades.
Adujo que terminar con financiamiento de los partidos políticos daría pie a que fueran los intereses de los poderes económicos o delincuenciales, como ya lo estamos viviendo desde los últimos gobiernos, los que pusieran gobernantes a modo para seguir sangrando al país, económica y socialmente.
La oposición tampoco compartió la propuesta del gobierno y se desechó la reducción de las prerrogativas a los partidos políticos.
Pero esto no se reflejó en los medios, todos, con escasas excepciones, dijeron o encabezaron que solo el PES apoyó la iniciativa gubernamental y, todos los demás se opusieron y destacaron que se oponían a terminar con el financiamiento porque eso sería el fin del régimen de partido.
Incluso el neoliberal Mario Delgado y Tatiana Clouthier, grabaron un mensaje desde sus curules afirmando que mientras Morena quería reducir en 50% el financiamiento, solo el PES lo apoyó y los demás optaron “por no perder sus privilegios”. No dijo nada de porque no aceptaron que fuera del 60% la reducción, como lo propuso otro de sus aliados y que el 40% fuera equitativo.
Los medios públicos del Estado comandados por Genaro Villamil, ni siquiera mencionaron la propuesta del PT y los medios privados se alinearon con el gobierno que va tomando el poder en México.
PROTECCIÓN A PERIODISTAS
En el Estado de México, los intereses del grupo Atlacomulco ahora representados por Morena, a través de sus representantes en el congreso local prometen, al viejo estilo, legislar en favor de los derechos de los periodistas en la entidad y al final no lo hacen.
Se cumple el adagio del Benemérito de las Américas de “malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo, pero en los hechos lo traicionan”, porque la función social del periodista es garantizar la vigencia del derecho a la información a todos los mexicanos y el ejercicio de la Libertad de Expresión.
En este sexenio de la 4T, 19 periodistas han sido asesinados en el país; Nevith Condés en Tejupilco, cuyo crimen sigue impune, decenas han sido agredidos y amenazados por los gobernantes en turno, muchos de ellos de Morena, y ninguna autoridad garantiza el ejercicio de la actividad periodística en México. Piden un año más para garantizar abrazos no balazos, hasta el 2021. Nos veremos.
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