*Cambian demonios y brujas por imágenes de narcos y las ofrendas por supuestos cuerpos de asesinados
Independientemente que la celebración del Halloween ha contaminado el tradicional festejo de Día de Muertos, siendo un evento totalmente pagano y contrario al cristianismo, en México se ha ocupado el mismo para promover la narcocultura y educar a los pequeños en ese concepto de violencia, muerte e ilegalidad.
En varios Estados de la República Mexicana, padres de familia disfrazaron a los pequeños ya no solo con imágenes de demonios, brujas y fantasmas, sino también de narcos conocidos y en sus casas cambiaron las tradicionales ofrendas por puestas en escena de casas de terror y episodios sangrientos o situaciones como la acontecida en Culiacán en el caso de la detención y liberación del hijo del Chapo Guzmán.
Casas, aún restaurantes cambiaron los adornos de clásicas escenas de telarañas, calaveras y brujas por supuestos cuerpos humanos envueltos en cobijas o plásticos.
La moda ya no fue aparecer como zombies o demonios, sino como narcos armados y cabezas de supuestas víctimas, la imagen del Chapo Gusmán y de su hijo Ovidio fueron tendencia en redes sociales.