El mayor problema que tiene nuestro país y especialmente nuestro estado mexiquense es la corrupción y la impunidad con la que se escudan quienes se han hecho millonarios con el dinero del pueblo. Pareciera que estamos en la época virreinal donde la orden del jerarca era el todo y el resto debía obedecer sin chistar, es lo mismo pero más barato.
El diputado Valentín González Bautista aseveró que en la actualidad las actividades de fiscalización en el país, se han vuelto más complejas, no sólo por la gran cantidad de información que generan las entidades, sino porque se entregan en su mayoría para su revisión de manera física, y limita su revisión oportuna e identificación de áreas de probable riesgo.
Otra buena intención pero los avezados políticos saben que cada mensaje lleva su interlineado y no creo que sirva para nada el darles más tiempo si al final serán los mismos resultados.
Y es que la existencia del Órgano Superior de Fiscalización es, fue y será un elefante blanco que solo absorbe millones de pesos de recursos públicos sin que sirva para lo que fue creado y quien creyó que el cambio de dirigencia lograría un avance en la democracia, se equivocó, ejemplos hay muchos.
Desde el inicio de la gestión de la LX Legislatura se dieron a conocer diversas anomalías en la gestión pública municipal de varias localidades, en ese momento se entendía que aún no “se encanchaban” los nuevos diputados y los nuevos funcionarios y que el OSFEM estaba en su periodo de reestructuración y que era necesario (y se hizo) cambiar a su titular que había servido para nada y para lo mismo, por ello se eligió a una mujer, por mayor capacidad, por mayor conocimiento y la vendieron en los medios como la dama de hierro, reitero, toda la esperanza de castigo a los corruptos y de ir ganando terreno a la impunidad se centraron en la ex diputada federal.
El 30 de enero, las miradas se centraron en la higinista Miroslava Carrillo, quien tuvo una votación de 74 votos a favor y solo uno en contra, todo parecía estar bien, pues los priistas apoyaron con entusiasmo a la representante de Morena, nadie osó cuestionar su arribo, bueno, solo un diputado lo hizo pero la aplanadora lo arrolló, con el OSFEM “renovado”, quienes habían presentado pruebas de anomalías creyeron que se lograría algo, seis meses después el elefante blanco sigue cobrando por nada.
Por citar dos ejemplos, se integraron pruebas suficientes para investigar y hasta mandar a la cárcel al ex alcalde de Coacalco, Erwin Castelán con testimonios de facturas apócrifas, adulteradas, desvío de recursos y las evidencias se entregaron tanto en la contraloría del poder legislativo, como en las oficinas del OSFEM, además de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, un año y medio después nada sucedió.
En Ecatepec, el actual alcalde Fernando Vilchis también denunció a su antecesor por muchas irregularidades fiscales, se llevó el caso a los medios de comunicación y se entregaron las pruebas a las mismas dependencias y año y medio después nada sucedió.
No puede uno especular que los aludidos y presuntos responsables pertenecen al partido del gobernador, pero esos no son los únicos casos denunciados pero al parecer a las nueva titular del OSFEM se le indicó que borrón y cuenta nueva, digo que los votos del PRI sirvan de algo. Lo cierto es que el Estado de México sigue entre la corrupción y los corruptos y dudo mucho que algo cambie pues pueden más los arreglos políticos para no moverle a los asuntos que la promesa de no robar, no mentir y demás frases inutilizables.
A seis meses de tomar el cargo, Miroslava Carrillo no ha dado una sola evidencia de capacidad y aunque siguen presentándose quejas y sustentando irregularidades, el OSFEM seguirá siendo un Elefantito Blanco (verde y rojo) al servicio del poder.
