Mientras algunos se desgarran las vestiduras y otros se culpan mutuamente por la derrota de la alianza PRI-PAN-PRD-NA en el Estado de México, hay otros que son dignos de un análisis debido a su nula o importante participación en la llamada histórica jornada electoral que impulsó a la morenista Delfina Gómez como la próxima gobernadora en un Estado en el que solo hombres y solo priistas eran amos y señores de la política estatal.
Me refiero, como lo planteamos en este mismo espacio meses antes del proceso electoral a algunos alcaldes “que para bien o para mal” como dijera Alejandra del Moral se entregaron a hacer lo que les competía o algo más.
Mucho antes de la designación de la abanderada aliancista y cuando corría le rumor de que sería Enrique Vargas del Villar quien encabezara la planilla, señalamos que no se estaba tomando en cuenta la labor de Marco Antonio Rodríguez Hurtado, alcalde de Tlalnepantla en su mover dentro de l política regional y estatal, esto en virtud de que poco a poco se consolidaba como el líder de la región adyacente a su municipio, logrando establecer proyectos de acción conjunta con los gobiernos locales vecinos, especialmente en el rubro de la Seguridad Pública y con éxito.
Pues los resultados electorales, que no favorecieron a la alianza nos permite deshebrar parte de la labor realizada por el famoso Tony de Tlalne, explico:
Tlalnepantla, un municipio de los llamados grandes en el corredor azul, fue gobernado por Morena, hasta que en 2021, Tony Rodríguez se lo arrebató, literal a Raciel Pérez, quien no había hecho un mal trabajo, pero la experiencia del priista se impuso en las urnas.
Este fin de semana, lo volvió a hacer, estableciendo a su municipio como la nueva “Joya de la Corona” al impedir el avance morenista, pese a las encuestas publicitadas y Tlalnepantla se erigió como municipio aliancista al ganar en las urnas y como tiene que haber un ganador y un perdedor, el afectado fue el ex alcalde Raciel Pérez quien volvió a perder de mano contra la operación realizada por el equipo del actual alcalde Tony Rodríguez.
Hasta el momento, las cifras computadas nos reflejan que en Tlalnepantla Morena perdió por más de 10 mil votos, lo que constituye un descalabro real para Regeneración Nacional y una esperanza para el priismo local y estatal.
Esto sostiene mi teoría de que Tony Rodríguez pinta para algo más que ser el presidente municipal en turno y en el próximo proceso del año 2024, los liderazgos tendrán que voltear sí o sí, hacia Tlalnepantla y especialmente hacia Tony Rodríguez.
Otro de los ejemplos de operación política fina es el realizado por los morenistas de Ecatepec, bajo el liderazgo de Fernando Vilchis Contreras, pues en ese, el municipio más poblado del Estado de México y uno de los más habitados de Latinoamérica le aportó más de 300 mil sufragios a la causa de Delfina Gómez.
Ecatepec es el laboratorio político del Estado de México y el que un candidato gane o pierda la gubernatura depende en mucho de lo que se trabaje en ese municipio del “dios del viento”.
Fernando Vilchis es otro alcalde al que no hay que perder de vista, salta a la vista que bien podría ser abanderado para una senaduría o incorporarse al gabinete de la texcocana.
Poco antes del proceso, cuando se le nombraba como posible candidato, Vilchis Contreras fue víctima de feroz ataque canibalesco, es decir fuego amigo a su alrededor, pero la importancia de su apoyo obligó a que la dirigencia nacional obligara a los atores políticos a mostrarle su respaldo de manera pública, gracias a ello, se lograron buenos resultados para su partido.
Lo que sigue es un análisis detallado de los resultados pos electoales, con un PRD a punto de perder su registro como partido local y con un PAN que si bien mantuvo su estatus, no pudo crecer como lo habían planeado; del PRI, es otro boleto, como dijera alguna vez el destacado ex líder “huevo de oro”, Isidro Pastor Medrano es “renovarse o morir” y no hay más…Y YA.