Ella, una periodista de investigación ha sufrido por años la persecución y flagelación de sus derechos individuales y laborales, agradezco la autorización de la compañera Bettina Falcón para replicar su entrevista realizada en marzo de 2020, con respeto a su autoría la reproducimos íntegramente, no es para re victimizar a la compañera afectada, sino para denunciar lo que sucede en el Estado de México con la libertad de expresión
Bettina Falcón Valerdi
Toluca, Estado de México.- La publicación el pasado 18 de febrero de la nota titulada “Comunicación Social Renta 27 camionetas y vehículos para funcionarios y reporteros” en el Portal The Observer https://theobserver.com.mx/2020/02/18/comunicacion-social-renta-27-camionetas-para-funcionarios-y-reporteros/ fue la gota que derramó el vaso del Gobierno del Estado de México, el cual durante 20 años ha hostigado y perseguido a la periodista de investigación, María Teresa Montaño Delgado.
El pasado 27 de febrero, Tere (como la conocemos en el medio) fue “echada” de El Heraldo de México, donde era corresponsal, no obstante que durante los más de tres años que colaboró en ese medio respetó la línea editorial es totalmente oficialista, “porque, finalmente, son sus intereses y para eso me renté”, explicó en entrevista exclusiva.
Tere explicó que siempre le ha gustado hacer periodismo de investigación, “al principio lo hacía un poco por instinto”. Estudió en la UNAM la licenciatura por el sistema abierto; después cursó la maestría en periodismo político (2012-2014) en la Escuela de Periodismo Carlos Septién y fue ahí donde adquirió mayores conocimientos sobre el periodismo de investigación que es el que está orientado a develar aquello que el Estado o algún ente, quiere mantener oculto.
Desde la última década del siglo pasado, su trabajo empezó a molestar a los gobiernos priistas. En el sexenio del gobernador Cesar Camacho (1995-1999), su secretario de Desarrollo Agropecuario le solicitó directamente al entonces director del 8 Columnas, Macario Lozano, que la corriera, “pero el director fue muy valiente porque rechazó esa imposición, fue ecuánime porque era una nota perfectamente bien sustentada”.
Posteriormente ya como corresponsal en El Universal, padeció el hostigamiento del gobierno de Enrique Peña Nieto; de Eruviel Ávila donde sufrió muchas agresiones y hostigamiento por parte de los jefes de prensa, como el de la Fiscalía (entonces Procuraduría) que constantemente mandaba al periódico cartas aclaratorias, mediante las cuales se buscaba denostar el trabajo de la periodista.
En El Heraldo, la persecución del gobierno del Alfredo del Mazo, empezó desde su llegada mediante cartas aclaratorias respecto a las cifras de seguridad. “No he sido una reportera grata para el Poder” reconoció y explicó que el problema es que las cartas aclaratorias las utilizan -más que para corregir lo informado-, como una medida para golpear la credibilidad del periodista porque realmente no aclaran el contenido de la nota.
“Los periodistas de investigación somos los perros guardianes” seguramente por eso la persecución escaló, nueve días después de publicada la nota “Comunicación Social Renta 27 camionetas y vehículos para funcionarios y reporteros”, no obstante que ésta jamás llegó a El Heraldo, pero sí hay que reconocer que tocaba los intereses del Corporativo al que pertenece ese medio que tiene negocios con el Gobierno del Estado de México.
El 27 de febrero la citaron sin darle razón alguna, y pensó que era una reunión de trabajo. A las 13:00 horas se presentó, la recibió un coeditor y la canalizó con quienes la iban a atender, que fue la titular del Área de Personal y un abogado quienes le informaron que “El Corporativo, decidió cortar la relación laboral contigo” el abogado, le enseñó un cheque y quería que le firmara el acuse de recibido.
Le dijo firme aquí, pero ella pidió que le permitieran leer los documentos, los cuales decían en reiteradas ocasiones, que ella estaba renunciando de manera voluntaria, le insistieron mucho tiempo para que firmara, ella se negó porque fue un despido no una renuncia voluntaria, pero los abogados que entraban y salían no escuchaban solo argumentaban que ese era el procedimiento de “El Corporativo” y por eso lo tenía que firmar.
Ellos siguieron insistiendo hasta que se hartó y les dijo que El Corporativo no le importaba y fue cuando “me echaron sin ninguna explicación”.
Tere Montaño considera que todo esto se tiene que saber porque fue un proceso de persecución que fue creciendo pues en The Observer ella es la cara visible del equipo que en octubre de 2019 publicó una trilogía de cómo se esfumaron los recursos del Seguro Popular en el Estado de México, trabajo que incluyó documentos y diversas pruebas.
Fue ahí cuando se dio cuenta que el Gobierno del Estado la empezó a seguir. Había un tipo de gobernación al cual ella conocía como oreja, que la andaba siguiendo, se lo encontraba en todos lados t se le aparecía en los sitios más insólitos, incluso cuando iba saliendo de su terapia en el centro de Toluca
Después de confrontarlo y advertirle que lo iba a denunciar por estarla acosando, el tipo se rió y le dijo “yo sería incapaz de ponerte” término que en el lenguaje del crimen organizado se usa, cuando van a ejecutar a alguien, cuando lo van a entregar. Todo esto fue simultáneo a una serie de llamadas de números desconocidos.
Después de eso recibió una llamada preguntando por Ricardo, “que así se llama el oreja de gobierno del estado”, cuando dijo que estaba equivocado, le contestaron “no puede estar equivocado, porque me dijeron que con Ricardo o con Teresa”. Eso fue alarmante.
Además el año pasado el Gobierno del Estado a través de su entonces jefa, recibió la notificación que tenía prohibido presentar solicitudes de información y ella le dijo que era a petición de gobierno del estado. Esto es insostenible pues “no solamente un derecho constitucional derivado del artículo séptimo, sino es una herramienta fundamental para el periodismo de investigación”.
“Yo violé esa disposición una vez e inmediatamente el gobierno del Estado se quejó con su ex jefa y no obstante que lo que le pedían en El Heraldo era lo que entregaba a pesar de todos los problemas que tenía para reunir la información oficial, porque el gobierno del estado la tenía y tiene boletinada para que no se le dé información, fue despedida.
Desde ese entonces le han puesto todos los obstáculos posibles para negarle cualquier cosa que solicite, así sea una entrevista o un simple boletín, buscan inhibir su trabajo porque el gobierno sabe que es parte del equipo de The Observer donde la línea editorial es la transparencia, la rendición de cuentas, la investigación.
Aclaró que su ética está con los ciudadanos, con los lectores, porque el primer compromiso de los periodistas es con los lectores, con los ciudadanos. Asimismo agradeció el apoyo que recibió de los diputados de Morena, Azucena Cisneros Coss y Faustino de la Cruz, quienes boletinaron su caso, porque ella sabe que es una periodista incómoda para este gobierno “y al rato me pasa cualquier cosa sin que se sepa”, de ahí que busque visibilizar su actual situación.
Porque el gobierno de Alfredo del Mazo no sabe manejar la comunicación y está metido en muchos líos de corrupción, de desvío de recursos, aunado a que los priistas están acostumbrados a cooptar a la prensa y a callarla a base de billetazo, “pero habemos periodistas honestos que no cuadramos en ese molde que nos quieren imponer, este gobierno y los anteriores gobiernos del PRI, porque el periodismo es otra cosa. Te sales de ese molde y de esa línea y no lo toleran”.
“Ya en El Heraldo de México no le publicaban casi nada, empezaron a invisibilizarla y a cargar a los reporteros de trabajo, y todo por el mismo salario, “a mí me contrataron para trabajar en un medio impreso, después agregaron dos programa de televisión, para hacer reportes y grabar videos; salió luego un programa de radio y lo último fue programa con temática del Estado de México con reportes diarios”.
Son Corporativos que se enriquecen por distintas vías y a los reporteros lo explotan lo quieren esclavizar, como unos diez días antes se inconformó y pidió más dinero, atreverse a preguntar fue un elemento más que molestó, porque al reportero lo quieren explotar hasta la última gota de sangre, concluyó.
