Al igual que muchos mexicanos siempre me pregunté, ¿ cómo es que un país con tantos y tan variados recursos naturales y humanos, continua en el subdesarrollo y no empieza a irrumpir como potencia ?.
Siempre crei que él principal problema de mexico era la corrupcion., hoy estoy convencido de que ese no es el principal problema, el lastre mayor de nuestro país es, creo, la clase política (de todos los colores ) y de ahí derivan los usos y costumbres que se siguen manteniendo a pesar de los deseos de quien despacha en Palacio Nacional.
Después del triunfo de la revolución mexicana y la instalación del partido de estado las facciones que ganaron se acomodaron para “no vivir el error”., de ahí se desprende aquella famosa frase “ya le hizo justicia la revolución “., para justificar riquezas logradas al amparo del poder.
Esa forma de ver el servicio público se hizo norma en nuestro país y desafortunadamente se sigue manteniendo aún en tiempos de la 4t.
Con los avances que la incipiente democracia ha traído a nuestro país, deberíamos creer que esto empieza a cambiar pero no es el caso. Largo y sinuoso será el camino para que la sociedad le haga entender a la clase política que el avance económico de nuestro país., pasa necesariamente por una renovación mental y conductual de quienes se dedican a la actividad política.
Si antes fue la lucha porque se abriera la puerta a la alternancia, ahora la lucha deberá ser por qué en nuestro país tengamos una democracia plena, fuerte y vigorosa que permita que quienes den buenos resultados sigan teniendo la oportunidad de seguir siendo representantes sean del color que sean.
Esta lucha por la democratización plena deberá empezar por los partidos políticos, nuestro país vive una democracia partidaria sui géneris., Partidos con líderes que funcionan como dueños de franquicias, líderes que se desgarraban pidiendo democracia y que a la primer oportunidad resultan peor que los que tanto criticaban., líderes políticos que siguen viviendo en el siglo pasado y quieren mantener el culto a la personalidad, élites que sienten tener derecho de sangre y un largo etc.
Cómo en todo, nunca es bueno generalizar, afortunadamente hay sus muchas excepciones y que hacen que valga la pena seguir insistiendo ahora en la plena democratización de toda actividad pública en el pais.
Si Mexico no logra un democratización plena de los entes públicos que son los partidos políticos, estamos condenando a nuestro país a seguir cargando con el lastre que significa la actual clase política y con esto nuestro país le costará más tiempo y esfuerzo lograr un crecimiento económico que permita una mejor justicia social.