Martes o miércoles el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tendrá que meter las manos en la ratificación de quien será el dirigente nacional de Morena, e incluso tendrá que exigir a Marcelo Ebrard que controle a Mario Delgado y acepte su derrota con las 5 decimas que le aventaja Porfirio Muñoz Ledo, estos le da el triunfo al decano de la política en México, e incluso así lo señalan las encuestas del Instituto Nacional Electoral en materia de posicionamiento, línea que se le olvido cuidar al presidente del Congreso Federal.
Si el canceller de Relaciones exteriores no logra controlar a su pupilo, este conflicto puede provocar que el desgaste para este instituto político se convierta en un tándem y afecte el posicionamiento de Morena rumbo al proceso del 2021 (organización del propio partido en el 2021), e incluso ante la incertidumbre provocar que la militancia de López Obrador deje de pertenecer a este partido político y en alianza con otros actores afianzar su proyecto político rumbo al 2024, tarea que esta en manos del senador Ricardo Monreal, quien sin meterse en este asunto, ya esta dentro de Morena a través de la secretaria general Electa Citlalli Hernández.
Esto traerá como consecuencia que el líder natural de morena (López Obrador), considere esta decisión que terminaría con el fino de este partido político que logro vencer al bipartidismo en las elecciones del 2018, logrando tener la mayor votación a nivel nacional en la historia política de este país con 30 millones de votos.
Que pasará si Muñoz Ledo logra ratificar su triunfo con este partido político, simplemente que regresara el grupo de los conservadores a ser parte de as decisiones de morena que trabajarían en contrapeso a las decisiones que en materia partidistas emanaran desde el ejecutivo, lo que significa que el propio presidente tuviera un interlocutor en su propio partido político (juzgue usted querido lector si esto podría ser viable).
Con el hipotético triunfo de Muñoz Ledo (el cual no ha sido ratificado por el INE), traerá una tercer encuesta que va a provoca: mayor desgaste entre los grupos morenistas, la caída de la precepción positiva de AMLO, mayor gasto por la tercer encuesta que se prevé (escenario más Viable) y mayor desgaste al INE al no saber ser el garante de esta elección partidista, y que el INE para las siguientes elecciones no tenga la capacidad resolutiva ante cualquier elección que este marcada a partir de dos decimas en adelante.
Y aunque la métrica marque un ganador el aspecto interpretativo no pueda ser decidido por este organismo aunque las matemáticas sean exactas, cual será el destino de las elecciones del 2021 en los estados donde se realizarán, lo cual es preocupante para los mexicanos, pues no se podría confiar en el arbitro electoral por la falta de decisión para dar a conoce al ganador de una elección, o como dice el mexiquense Emilio Ulloa “ El INE no ha sido capaz de establecer un marco claro para el desarrollo del proceso de selección de la próxima dirigencia de Morena”. “No quiero pensar mal, pero parece que el INE hizo todo lo posible para generar más conflicto que soluciones al interior de este instituto político”. La moneda en este partido político está en el aire pues mientras Muñoz Ledo, exhorta a tomar la sede nacional de Morena, Mario Delgado insiste en la tercera encuesta, los grupos en el Senado y Cámara de diputados están divididos, el único que puede poner orden entre los seguidores de Marcelo Ebrard y Muñoz Ledo, es el presidente como se señaló al inicio de esta columna, de lo contrario el destino de Morena es incierto.
