Son hermosas las fiestas decembrinas, de eso no hay duda, por desgracia la condición humana aflora sin cesar para enturbiar las relaciones personales y hasta las internacionales. Ello no es de extrañar, que triste es comprobar que la ciivilización no ha logrado en toda la historia de la humanidad que sea principio y fin de la gran familia mundial.
Esta preocupación viene puntual ante el acoso policial a nuestra Embajada de la Paz, Bolivia por parte del gobierno de facto que encabeza la ultraderechista, Jeanine Áñez Chávez. También esto no es de extrañar, en ese país hermano existe un sector anquilosado que tiene enquistado la satrapía como medio para hacerse del poder público
En los último días, nos indica NOTIMEX, el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, informó que se mantiene el asedio de elementos de la policía de Bolivia a las instalaciones diplomáticas de México en esa nación.
La información continua bajo este tenor, que es todo un agravio a la inviolabilidad diplomática: La Policía de Bolivia exige a la embajada de México entregar a exfuncionarios refugiados
El propio comandante departamental de La Paz, William Cordero, exigue que la representación mexicana “colabore” con ellos, entregando a los exfuncioarios depuestos y que se encuentran en calidad de refugiados políticos “ya que -según su corta inteligencia-, la gente implicada debe responder ante la justicia”.
Y sigue, al insistir: «Más bien ellos -los funcionarios mexicano- deberían colaborar con la justicia boliviana y entregar a las personas que se refugian al interior de la legación diplomática».
Es dificil que entienda, no sólo el genizaro, sino el propio Gobierno ilegal de la nación sudamericana en que consiste el Acuerdo de la Convención de Viena, no obstante que nuestras autoridades diplomáticas la han estado difundiendo en forma profusa.
El artículo 22 de ese instrumento: fija que es de cumplimiento extricto e inviolable que “Los locales de las misiones diplomáticas son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión…”
“El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad… Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución».
La tirania en efecto es parte de la mentalidad de un sector de esa sufrida nación. Recordemos su historia: el anterior golpe de Estado fue protagonizado en 1971 por el desaparecido general Hugo Bánzer Suárez, fue el número 187 en 146 años de historia.
Con el más reciente golpe de Estado del pasado 12 de noviembre, encabezado por la ultraderechista y trumpista, Jeanine Áñez Chávez, suben a 187 en 194 años de historia del Estado Plurinacional de Bolivia. Esta es la reseña del “acoso de un Gobierno de Facto”: