*Son más violentas que los hombres y la mayoría se dicen adoradoras de la muerte o santeras
*Pasan de 925 en 2017 a mil 407 en 2018; se involucran en robo a transeúnte, transporte público y a cuentahabiente; en primeros 150 días de este año, van 40% de los casos registrados en 12 meses del anterior; cada vez es más común que sean las que incitan a la violencia: experto
*Al ser detenidas, siete de cada 10 mujeres, presuntas culpables, han sido víctimas de violencia sexual y/o tortura antes de ser llevadas a juicio, solo el 30% denuncia los casos y de los miles de casos documentados solo han existido 15 funcionarios procesados.
En el Estado de México, como en todo el país, cada vez es más frecuente la participación de mujeres, especialmente jóvenes en acciones ilícitas que van desde asaltos de toda índole, secuestro y tráfico de drogas.
Entre más Bonitas más Peligrosas
También es de señalar que de acuerdo a testimonios de las víctimas, son ellas las más violentas o las que incitan a sus cómplices a actuar con violencia contra las víctimas a manera de intimidación, expertos en comportamiento humano aseguran que las mujeres y especialmente la más jóvenes y bonitas experimentan un deseo por destacar en su ámbito, convirtiéndose muchas veces en más peligrosas que los varones.
En la actualidad, las mujeres en prisión o internas por delitos contra la salud representan una población importante en los centros penitenciarios en México. Al respecto, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres afirma que en años recientes se incrementó en 400% el número de mujeres encarceladas en el país por estos ilícitos, lo que representa cerca de 70% de la población penitenciaria.
Entre 2017 y 2018 los delitos de alto impacto cometidos por mujeres crecieron 52.1 por ciento al pasar de 925 a mil 407; mientras que comparado con los 593 de 2016, el aumento es de 137.2 por ciento. En 2019, hasta el 20 de mayo, son ya mil 571 casos registrados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), lo cual se traduce en 43.58 por ciento del total del año previo.
De acuerdo con información de la dependencia, a través de una solicitud de transparencia con folio 0109000150819, en total han sido presentadas tres mil 496 mujeres ante ministerios públicos por crímenes de alto impacto.
Es principalmente en asaltos, en sus distintas modalidades, donde la participación de las mujeres ha ido en aumento. Uno de los delitos que registra un mayor repunte es el robo a transeúnte, que pasó de 143 personas del sexo femenino involucradas en 2016 (0.39 cada día) a 227 en 2017 (0.6 diarias), 396 en 2018 (0.62 diariamente) y, en tan sólo en los primeros 150 días de este año, 209 (1.39 diarias). Es decir que hubo un incremento de 125 por ciento en todo el periodo analizado.
Debido a las prácticas no legales de las instancias de justicia, una gran mayoría de presuntos delincuentes son dejados en libertad antes de ser parte de las carpetas de investigación, otros más antes de ser llevados a juicio y los más por carecer de parte acusadora, por lo que las cifras son solo una muestra de la realidad del crimen organizado.
Consumo de Drogas un motivo
En un alto porcentaje, las jóvenes que llegaron hasta la instancia judicial resultan ser adictas a alguna droga y en menor porcentaje son mujeres desempleadas que ante la falta de oportunidades acuden al camino fácil.
Varias de las Encuestas Nacionales sobre adicciones en México revelan un crecimiento exponencial del consumo de drogas por parte de las mujeres.
Las razones que motivan a estas mujeres a realizar un acto delictivo obedecen a la imposibilidad de cumplir con su papel de proveedoras para sus hijos, lo que «justifica» moralmente su decisión de involucrarse en este delito. Otro grupo de mujeres se inserta en esta actividad delictiva para mantener sus propias adicciones, ya que algunas ni siquiera reciben una paga sino la droga para su propio consumo.
Las Detenidas se convierten en atractivo sexual gratuito y cotidiano
La información más alarmante la proporcionó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a través de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol), en la que aseguró que ocho de cada 10 mujeres detenidas en México, entre 2009 y 2016, fueron víctimas de tortura antes de ser presentadas frente a un juez.
Resaltó que 76% de las afectadas afirmaron que los hechos habrían ocurrido en el arresto, y otro 65%, durante la custodia ministerial.
Una de las organizaciones autoras del texto, y que ha estudiado la tortura sexual durante esta década, es el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Prodh), el cual el año pasado reveló que entre 2006 y 2015 hubo al menos 29 casos de tortura sexual.
Concluyó que las víctimas fueron agredidas con descargas eléctricas en pechos y genitales, recibieron golpes, cortes y quemaduras, las amenazaron con violar a sus hijos y con ser ejecutadas, además de que las autoridades responsables provocaron tres abortos.
Según las investigaciones del Centro Prodh, la tortura sexual en el país ocurre principalmente en retenciones ilegales que duran entre dos y más de ocho horas, tiempo suficiente para que las autoridades fabriquen delitos a través de la autoinculpación. Entre las ONG que participan en apoyo a las denuncias están: Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Equis Justicia para las Mujeres, Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal), Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
