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SALUD A LA DERIVA

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Vaya que millones de mexicanos estamos a la buena de Dios en materia de salud, después de que los gobiernos anteriores se dedicaron a hacer negocios con las farmacéuticas para comprarles muchos medicamentos en lugar de velar por la protección de la salud de la población tal como lo expresa el artículo 4° constitucional; lo importante era el negocio no la salud.

De ahí la infraestructura hospitalaria y médica incompleta, falta de especialistas, bajos salarios en el sector, servicios deplorables en el mejor de los casos, falta de medicamentos por el huachicol de medicinas y nuestra salud de mal en peor, porque a través de este sector se realizaron desvíos enormes de recursos públicos en el país y las entidades, evidencias sobran.

El Seguro Popular buscaba que nuestra salud respondiera a las necesidades de las empresas del ramo, mientras que la infraestructura dejaba mucho que desear y en mal estado, por ello desde la campaña se anunciaba su desaparición por no ser popular ni seguro, sino todo lo contrario.

El Congreso tendrá que aprobar la creación del Instituto de Salud para el Bienestar que lo sustituirá y para ello ya se nombró al arqueólogo Juan Ferrer como director de este, no conoce nada del sector ni tiene la más mínima idea de lo que se necesita para que la protección de la salud sea una realidad en México.

Por ello, cuando presentó en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputado su proyecto de Salud para el Bienestar, “se perdió su curriculum vite” en una de esas marrullerías legislativas, que la esposa del señor de las ligas no quiere que pase si dejan la presidencia de la mesa directiva en otra bancada, pero que ellos realizan cada que lo necesitan, como sucedió ahora.

Esto para que la oposición no lo cuestionara, ya que solo ha trabajo en el INAH y no tiene otros antecedentes profesionales y menos en el sector salud, pero si el equipo que lo acompaña, especialistas y médicos renombrados que, cuestionados sobre el tema, dijeron que no se opusieron a su nombramiento, porque es amigo del presidente y hacerlo los dejaría fuera del proyecto y el tabasqueño los acusaría de “politiquería”, como lo ha hecho ya.

La lealtad propia del sistema y de los gobiernos neoliberales que dicen quieren erradicar, no es sinónimo de eficiencia y eficacia en el desempeño del cargo y de eso existen muchos ejemplos que parece el presidente no toma en cuenta, porque no confía en muchos, solo en sus amigos a los que acomoda en el gobierno.

Nuestra salud, después de estar en manos de los empresarios de la medicina pasa a manos de un arqueólogo que deberá buscar en el paleozoico la cura para nuestros males, de manera que efectivamente la prevención sea la punta de la política de salud, porque es mejor no estar enfermos a estar siempre curándonos.

Es mejor prevenir que curar, somos más felices sanos que estar esperando ser curado de males que pudimos evitar, es más barato incluso para el gobierno tenernos sanos y contentos que estar en el tercer nivel de atención con especialistas y medicamentos caros.

Por el bien de todos primero la salud, salud.

CAMBIOS

Quien en 1964-65 fuera el dirigente del movimiento médico, Alfredo Rustrián Azamar, al presentar una propuesta que garantice la protección de la salud de todos los mexicanos, comentó que hay que terminar con la corrupción en el sector, con la fragmentación del sistema para que la salud sea un derecho vigente para toda la población del país, en cada uno de sus rincones.

Y el Instituto en vía de creación puede ser el mecanismo para lograrlo, pero advirtió que no se está revisando la legislación y la estructura legal existente del sector porque se intenta crear un organismo con funciones de la Secretaría de Salud que es la entidad rectora del ramo, con el doble de presupuesto, descentralizado y con personalidad jurídica propia, cuando debe estar bajo la tutela del ministerio respectivo.

Además se trata de un Instituto que no es, que no tiene la función de investigación clínica ni docente en formación de recursos humanos en Salud, que competiría en funciones con la Secretaría rectora del sector; “recordemos que la Salud no es solo Médicos y medicamentos que sería lo ofrecido por el INSABI, es algo más completo que se relaciona con las múltiples funciones de la SSa como: aspectos de epidemiología, saneamiento, educación en salud, riesgos sanitarios, salud mental, bioética y muchos otros”.

70 millones de mexicanos nos rascamos con nuestras propias uñas para cuidar nuestra salud y actualmente la Comisión Nacional de protección en Salud, vela por la salud de 44 millones de mexicanos, por lo que al desaparecer e incorporarse al INSABI, se crea un vacío en lo que se hizo en los últimos 16 años, para reiniciar algo que se construye desde sus cimientos con el patrimonio o recursos materiales y humanos de la Comisión Nacional de Protección en Salud.

Por ello, propuso en las audiencias públicas sobre salud que la Subsecretaría de Prevención y Promoción en Salud se convierta en la Subsecretaría de Salud para el Bienestar y se encargue dentro de la SSa de lo que pretende hacer el INSABI, así la rectoría de la Salud continuará en la SSa sin el invento de un nuevo organismo.

También, transformar la Comisión Nacional de Protección Social en Salud en: Comisión Nacional de Salud para Bienestar que estaría bajo las órdenes de la Subsecretaría de Salud para el Bienestar, con la ventaja de continuar con los nuevos objetivos y la cobertura para los 70 millones de mexicanos que debe amparar y brindar la óptima atención, con una nueva reingeniería para lograr sus objetivos. Todo queda en manos del legislativo.

Salud, educación, empleo, servicios y demás; destruyeron todo y hay mucho por hacer en México, ¿cómo participas en el cambio?

MORENA

Cuando el partidazo surgido de la Revolución vive sus estertores y ser ahora un satélite del gobierno, la nueva mayoría enfrenta la lucha interna que no conocían porque antes nadie quería ser dirigente y menos candidato, ahora hacen cola para las dos cosas.

Ya está lista la convocatoria que se dará a conocer el 20 de agosto para la elección de sus dirigentes distritales, estatales y nacionales y donde solo podrán participar los afiliados hasta antes del 20 de noviembre de 2017, lo que podría crear fricciones entre los grupos y “machuchones” de cada uno de ellos que se creen con derecho a participar y ser parte de las dirigencias en disputa.

Además, estos deberán verificar del 26 de agosto al 5 de octubre que todavía están en el padrón o fueron rasurados. Hay que destacar que el INE solo tiene un padrón de 315 mil afiliados, aun cuando hay quienes dicen que son millón y medio y otros que son 3 millones sus integrantes, cuando desde agosto de 2018 se cerró la afiliación, pero hay oficinas con mantas de “afíliate aquí”.

Los aspirantes a los cargos partidarios de Morena no podrán hacerse publicidad en los medios o utilizar utilería conocida para ganar adeptos en sus distritos, estados o país, prohibidas las descalificaciones y habrá debate público pactado con propuestas.

Del 12 al 26 de octubre serán los congresos distritales en las diversas regiones, el 10 de noviembre la elección de los dirigentes estatales y el 19 y 20 de noviembre el Congreso Nacional para elegir a 200 consejeros y 21 integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de Morena para el periodo 2019-2022.

Si los tricolores pelean a muerte por los restos del partido surgido con la Revolución; que no harán los que se disputan el manejo del movimiento de la nueva mayoría en México. Al tiempo.

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